martes, octubre 12, 2010

I love You Tube

Blank Magazine publica cada mes una breve curaduría de videos de YouTube a cargo de algún personaje notable del ámbito panameño. La única razón por la cual exista la mía, es el particular sentido del humor de Rafa Candanedo (ver en este mismo blog la entrada UN NUEVO AMANECER).

Y debo admitir, con mucha vergüenza que no lo aprovecho todo lo que debería. Lo fantástico es la infinita variedad de joyas que realmente sería imposible ver de no existir este servicio. Les doy 5 ejemplos que solamente he podido conocer gracias a YouTube y sin los cuales realmente mi vida sería un tanto más opaca. En orden, de lo rídiculo a lo sublime, comenzamos con:

El salón Belkis

Bueno, si leyeron mi columna del mes pasado ya saben de mi pasión por el video kitsch latinomericano, y ¿qué mejor lugar que You Tube para desarrollar una sana adicción a Wendy Sulca o la Tigresa del Oriente? Pero en estos días encontré algo un poco más sofisticado. ¿Se acuerdan cuando VOGUE pontificaba que nos olvidáramos de los italianos, que lo que estaba que quemaba eran los estilistas dominicanos? Pues todavía estoy esperando la entrevista a Don Apolinar Martínez y el sinigual Salón Belkis. No digo más. entren y hagan cita.




 Videos de gatos

Es cierto que paso más tiempo del que debía ser legalmente permitido viendo videos de gatitos, entrando y saliendo de cajas, jugando, durmiendo, bailando, tocando un dueto de piano junto a una elegante profesora, en fin... De todas las incontables opciones de You Tube he seleccionado dos piezas seminales: An Engineer's Guide to Cat Yodeling y Stealth Cat with Jaws Theme Song. Realmente creo que en estos dos videos yace la esencia de la videografía  felina.






Goopy Gear

Es inevitable. En cualquier reunión en la que la gente empiece a hablar de cómicas (es decir, en todas), la gente recuerda a voces sus favoritos: el Capitán Futuro, Clutch Cargo, Naranjín... En el calor de la conversación usualmente termino por gritar repentinamente: “Festival de Cartones”. Silencio. La gente me empieza a mirar raro. Se escuchan grillos de fondo. La cosa no mejora cuando trato de ilustrar algún episodio describiendo orquestas de animales tocando kazoos y ukeleles o muñequitos que escupen una enorme gota negra que hace un metálico PLIN cuando cae en su vasija. Pues esas eran las cómicas que yo veía al regresar de la escuela, cuando empezaba la programación luego de la carta de ajuste, aquella con la imagen del indio. No es fácil volver a ver esos clásicos, y en You Tube encontré el otro día una joya producida en 1932 por Leon Schlesinger: Goopy Gear, un popular perro-pianista que se presenta en un atiborrado speak easy atendido por un carismático gorila. Ya sea por la animación, ya sea por el jazz, es un privilegio tener acceso a estas cosas tan fácilmente.



Hermeto Paschoal

Lastimosamente no es fácil conseguir (sobre todo en Panamá) música de este fenómeno de la naturaleza, para muchos, uno de los mejores compositores vivos en la actualidad. Pues no solo podemos conseguir docenas de videos de este gran músico brasileño en You Tube, quienes siempre se han preguntado si es cierto que Hermeto puede hacer música con su barba, ahora lo pueden ver con sus propios ojos (Music from the Beard - Som da Barba), y como si fuera poco, podemos asistir a una de sus visitas al dentista en donde demuestra como hacer música con el extractor de saliva (Hermeto e o som do dentista). Y bueno, tocando en vivo en el Festival de Jazz de Montreal o con Elis Regina también es agradable.




Eonnagata

Finalmente una exquisita puesta en escena de la bailarina Sylvie Guillem y el coreógrafo Russell Maliphant, con la dirección de  Robert Lepage. Es la historia de Charles de Beaumont, diplomático, escritor, espadachín y miembro del cuerpo de espías de la corte de Luis XV, tal vez el primer espía en utilizar el travestismo como herramienta para desempeñar su papel. La coreografía es brutal y conmovedora. La edición de los videos es de una elegancia y esmero poco usual. Pero el colmo de esta sobredosis estética son los rotundos vestuarios diseñados por el magnífico Alexander McQueen.
Más no se puede pedir.