lunes, septiembre 27, 2010

Un nuevo amanecer

Este texto fue originalmente publicado por la revista BLANK en octubre del 2009. Desde ese entonces, los artistas aquí mencionados han alcanzado aún más notoriedad en You Tube que la ya insólita popularidad a la que hacemos mención en el artículo. No me cabe duda que quien sea que está detrás de su exitosa promoción no se merece menos que el título del Malcolm McLaren cholo... y a mucha honra.

Siempre me he preguntado por qué BLANK nunca me ha invitado a salir en la sección I LOVE YOUTUBE. El hecho de que nadie tenga la más remota idea de quien soy no debía ser un impedimento.
Mientras sigo esperando la invitación, he estado revisando mi colección de videos favoritos, y la verdad es que hay un segmento que francamente me fascina...fascinación en este caso entendida como algo que causa a la vez repulsión y una atracción hipnótica en mi. Me refiero a mi colección de cantantes populares pseudo folclóricos sudamericanos.

Por ejemplo, directamente desde Iquitos, Perú, tenemos a la inigualable, Maritere Alissandri, mejor conocida por sus miles de fans como La Tigresa de Oriente. Y es que seguramente usted la ha visto. Es un rotundo éxito en la web. Y cómo no. Quién puede resistirse a una vedette peruana con la experiencia que le ha dado lo que aparenta ser una cuarentena de duros años en el negocio. Y ese discreto encanto que emana de las letras de clásicos como “Nuevo Amanecer-versión original HD”

    Brinda una sonrisa,
    sé mas cariñoso,
    ponle alegría,
    si tu sabes dar amor entonces serás feliz
   
    Domina tu orgullo,
    no seas egoísta,
    sé mas amigable,
    si tu sabes dar amor un nuevo amanecer tendrás

Ah! Cuánto podrían aprender nuestros raperos de los aleccionadores versos de la Tigresa, quien con la misma naturalidad con las que agita su taparrabos frente a la cámara y araña el viento con sus guantes que simulan garras, nos recuerda la importancia de comer nuestros vegetales justo antes de frotarse contra un potrillo que convenientemente cruzaba el encuadre.
   
Del Perú pasamos a Ecuador, cuna del portentoso Delfín Quishpe y su desgarrado canto “Las torres gemelas”, que bueno... tal vez sería un poco más desgarrado sino estuviese acompañado de un fondo musical que oscila entre el house y la música chicha.

Cuando me fui a Nueva York,
pensé encontrarme con mi amorcito
ella vivía en Nueva York
y trabajaba en torres gemelas (sic)

La primera escena del video nos muestra a Delfino (así le conocemos los usuarios de You Tube) pacientemente sentado en la sala de un pequeño apartamento todo porcelanas de animalitos y tapetes de encaje. Él sonríe erguido como una estaca al borde de su asiento, sin percatarse al principio que en el televisor junto a él arden las Torres Gemelas. Luego en una audaz decisión del director, Delfino aparece superimpuesto flotando en un primer plano pero de espaldas, mirando en el fondo a las torres envueltas en humo negro. Delfino, enfundado en una blusa de voluminosas mangas en lamé cobrizo, mira con horror las torres mientras incrédulo se pone las manitas en la boca y se le hunde el pecho.



Una llamada la recibí, (sic)
solo me dijo adiós mi amor

un mal recuerdo yo la viví (sic)
los terroristas lo exterminaron (sic...?)

¿quién sabe la verdad?
¿quién lo hizo y por qué lo hizo?
A juzgar por la última frase, el pobre Delfino quedó tan traumatizado que no quiso volver a prender el televisor ni consultar los diarios.
Y pensar que tantos creadores cobardes se mantuvieron por largo tiempo apartados de este tema por considerarlo tabú e incluso de mal gusto. Pues no Delfino, quien hace extenso uso de todo el pixelado pietaje que pudo encontrar de esta tragedia, calculadamente sabiendo en qué momentos colocar los números de teléfono de contacto en caso, quien quita, de una posible contratación. 

Pero son estos osados productores de provincia, de los cuales jamás nos enteraríamos si no fuese por You Tube. Por ejemplo, redescubrir los verdaderos placeres de la infancia, sin preocuparnos de lo que las mentes enfermizas y la corrección política pueda malinterpretar, parece ser el mensaje del video de otra, aunque muy joven, también diva de la canción peruana, Wendy Sulca, la niña prodigio del folclor.
¿Quién podría dudar por un segundo de la inocencia de esta pequeña de apenas 8 años? Hay quienes morbosamente han querido leer un subtexto lascivo en su conocido tema La Tetita:

    Cada vez que la veo a mi mamita  (otra vez sic)
    me esta provocando con su tetita
   
    Mmmm rico rico rico rico,
    Qué rico es mi tetita!  (sic)

Quienes han querido leer explotación sexual en esta situación, no se han percatado de que el director constantemente hace referencia al vínculo materno con repetidos acercamientos de mujeres amamantando, incluso llevándolo un poco más lejos con algunas tomas de una cerda alimentando a sus puerquitos. Claro que puede resultar confusa la voz masculina que anuncia “bueno a ver ¿a dónde están los hombres?, los hombres con las manos arriba, los hombres de 18 pa’ arriba”, mientras una caterva de calenturientos músicos corretean a una curvilínea chiquilla.
¿Pero por qué pensar mal? Es You Tube. Es una niña de 8 años. ¿Quién podría tener tan pocos escrúpulos?



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